Bodhi Mani Risby-Jones, el protagonista

La condena a un surfista australiano tras una borrachera: 40 latigazos, sacrificio de una cabra…

El joven surfista australiano Bodhi Mani Risby-Jones, en problemas

Condena de 40 latigazos, años de cárcel y el sacrificio de una cabra

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Bodhi Mani Risby-Jones
Bodhi Mani Risby-Jones

El joven surfista australiano Bodhi Mani Risby-Jones está en problemas.  El deportista de 22 años fue arrestado en la isla de Simeulue (Indonesia) de la provincia ultraconservadora de Aceh acusado de desnudarse en público bajo los efectos del alcohol, agresión y alboroto. Al parecer, derribó de su motociclieta a un pescador local que necesitó 50 puntos de sutura en una pierna y sufrió una fractura ósea.

Resulta que en la provincia de Aceh se aplica la ley de la sharia (conjunto de reglas fundamentadas en el Corán), en la que la venta y el consumo de alcohol están prohibidos y todavía se dan palizas en público por delitos morales. Las personas que visitan y viven en la provincia de Aceh pueden ser azotadas por beber alcohol, ser homosexuales, tener relaciones sexuales prematrimoniales y actos de adulterio.

Bodhi Mani Risby-Jones puede estar hasta 20 días arrestado y podría recibir 40 latigazos en público, además de pasar hasta dos años y medio en la cárcel si fuese juzgado por la ley islámica. Suhardi Fleno, el jefe de la aldea, confirmó que la tradición local exige además que el acusado proporcione una cabra para que sea sacrificada por los aldeanos.

«Sólo bebí un trago»

«Estábamos en la piscina y teníamos una botella de vodka libre de impuestos. Sólo bebí un trago, sólo uno. Y luego estuve surfeando mucho el día anterior, así que tuve una insolación, no bebí suficiente agua. Así que fueron muchas cosas», se justificó el australiano, acusado también de golpear a un guardia de seguridad en el cuello. «Me sentí como si no fuera yo mismo, como si estuviera casi poseído. No fue una buena sensación», añade.

Tras derribar a un pescador local, tuvo más problemas. «Al saber lo que pasó los lugareños se enfadaron y casi incendian el complejo hotelero. Afortunadamente, la policía local y el jefe de la aldea lograron calmar a la turba», informó el portavoz policial.

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